Después de algunos pinitos con la tejeduría, que os mostraré más adelante, decidí meterme de lleno en los tintes,  por que el color, como ya sabreis, es uno de mis temas favoritos, además de ser una motivación vital.
  Michel García, que aperece en la fotografía,  es un maestro
alquimista de una nueva generación de tintoreros que desafían la
tintorería del recterario sin previa reflexión. Su sistema es inovador
puesto que plantea alternativas ecológicas, que no perjudican el medio
ambiente, al sistema clásico,  y a su vez invita a la experimentación y
creatividad. Vive en la costa sur de Francia, cerca de Marsella y
cultiva sus propias plantas, amén de otras algarabias en su ciudad
condal, que hacen posible que las plantas sean las protagonistas de su
vida y de la de muchos otros paisanos.

El amarillo de la Gualda  y el rojo de la Rubia sobre el algodón.

                 Esta es la tina de
Indigo, que nos proporciona el azul. Un misterio de la naturaleza, que
se extrae de la Isatis Tinctorea.
 Esta planta se cultivaba
antaño en el Pirineo. De hecho las faldas ansotanas, de Ansó provincia
de Huesca, se dice que fueron teñidas con esta planta.

                           

  En este cuadro Sorolla representa un dance tradicional de aquella
población. Los trajes tradicionales se conservan en el armario, pero a
la posteridad pasa el amor por la tradición.

Aquí la colección de verdes que salen  de la mezcla del amarillo de
la Gualda y el añil del Indigo, pasados por las aleaciones del aluminio y
el titanio.

 Esta es la estampación de la reserva que permitirá que se vea este
dibujo. Es una hoja de acacia con las que hago mis diseños.  Después se
meterá la tela en el baño del tinte, de la tina de Indigo y
¡tatatachán!….los resultados de la tinción.
 

 Y aquí  el diseño sobre seda.